Vista de la sierra de Gredos, desde Oropesa. Toledo
Y la montaña se nos echó encima,
como un tsunami.
Hubo un tiempo en que, cada vez que viajaba, luego contaba lo que me había impresionado de dicho viaje. Como ya son más de dos años que apenas salgo de casa, todo eso ha desaparecido, y creo que mis ganas viajeras, igual que un músculo que no se entrena, van mermando, un poco por la frustración, otro poco por la decepción de no poder hacer planes y otro poco por la tristeza de tanto paisaje perdido, del tiempo que se va y no se podrá recuperar. No es que no me apetezca viajar, es que no veo un horizonte para hacerlo.
Hace unos años nos regalaron un cofre con una escapada de fin de semana. Elegimos Valdeverdeja, un pueblo del que no sabía nada, en la provincia de Toledo. Y fue todo un acierto. La cercanía a Oropesa y a pueblos de nombre pintoresco, como Calera y Chozas, Caleruela, Lagartera, entre otros, hizo que nuestros días por la zona fueran muy agradables.
Un nombre que me resultaba muy familiar era el de Lagartera. Cuando yo estudiaba el bachillerato, en La Nava de la Asunción, en Segovia, teníamos una asignatura en la que se nos enseñaba, entre otras actividades, a bordar con diversos puntos. El punto de Lagartera me mantuvo ocupada algunas tardes, hasta terminar ese trocito de tela. No recuerdo haberlo usado nunca, excepto para hacer esa muestra.
Pasear por estos pueblos manchegos, cuando ya la primavera viste los árboles pero aún hace fresco, me gusta muchísimo. Aspirar el olor a leña quemada escapándose de las chimeneas, disfrutar de las calles casi para uno solo (las gentes, con tiempo frío, en estos pueblos pequeños, pasan más tiempo dentro de la casa que fuera) es algo impagable. Uno se puede recrear sin temor a que te miren no con desconfianza, pero sí como al forastero que viene un poco a incordiar, aunque sea lo último que queremos hacer.
Me gustó, sobre todo, Oropesa, con su castillo. La vista impresionante de la sierra de Gredos que podemos ver desde los miradores. Y esos restaurantes manchegos con solera, donde al entrar te invade el aroma a comida rica, rica, y te apetece que el almuerzo no acabe nunca, para disfrutar un poco más del sabor de la comida y de la calidez del ambiente.
Actualmente
funciona como Parador Nacional. En el cual tengo pendiente hospedarme,
porque me encantan los Paradores, y porque quiero hacer algunas
excursiones por ciertos pueblos que no pude visitar en mi viaje
anterior. Eso sí, espero que mis ventanas no den a la jaula colgante, donde dejaban morir a los pobres desgraciados. Qué refinado en el ser humano, a la hora de inventar torturas, ¿verdad?
Fueron unos días radiantes los que pasamos en Valdeverdeja y sus alrededores.
Uno de los recuerdos más entrañables que guardo de la casa rural donde nos alojamos es que una noche, al ir a cenar, al atravesar el gran patio que había entre las habitaciones y el restaurante, nos salió al paso un perrito, Curro, con una pelotita en la boca. Se acercó a nosotros, y dejó la pelota a nuestros pies. Quería jugar, así que lanzamos la pelota y salió como un rayo a por ella, volviendo y dejándola de nuevo a nuestros pies. Así estuvimos durante más de diez minutos. Finalmente, le dijimos adiós con penita, porque él quería más. Pero nosotros, por muy divertido que fuera el perrito y el juego, queríamos cenar.
Fue un viaje entrañable que quiero repetir pero, como digo, esta vez iré al Parador de Oropesa, y visitaré otros pueblos, con más tiempo, con mis nuevas cámaras y con algo más de sabiduría a la hora de fotografiar.
¡Ay, qué maravilloso es viajar!
Después de leer tu narración estoy para hacer la maleta y largarme para estas tierras que también describes Pero de momento no podemos. En primavera lo intentaremos, estas tierras u otras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya me gustaría a mí hacer eso también 😃 pero hay que tener un poco de paciencia todavía. Confiemos en que todo esto pasará pronto y retomaremos los viajes.
EliminarUn abrazo y buenas noches 😊
La Pandemia vino a cerrar muchas puertas y cerrar muchos viajes. Y será tarde, cuando todo vuelva a la normalidad. Éramos tan felices y... nos quejábamos tanto...
ResponderEliminar.
Feliz viernes… Sonrisas poéticas.
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Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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Bonjour Mari,
ResponderEliminarJoli coin d'Espagne, les balades en montagne sont très agréables et vivifiantes. Passe un bon WE, bisous.
Bonsoir et merci, Jean-François! Ça va? J'espère que oui! 😊 Ici, je vais bien et ma famille aussi.
EliminarPasse un bon dimanche!
Bisous
Pasando, releyendo, alabando y dejando deseos de feliz fin de semana.
ResponderEliminar.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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Muchas gracias, Rykardo 😃 Yo espero que tengas un fin de semana estupendo.
EliminarUn abrazo
Hola Maricarmen. A muchos nos pasa eso que cuentas con los viajes. Estamos hartos de andar encerrados pero a la vez nos gana el miedo y la pereza de andar sin la libertad de la que disponíamos en normalidad y ahora resulta tan lejana. Muchas gracias por compartir fotos y recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti Mónica ☺️
EliminarOjalá todo pase pronto y retomemos nuestras vidas de la mejor manera posible.
Un abrazo
Destaco, por abrir la boca, la impresionante imagen de la sierra. Tu trabajo de lagarterana. Tu "comida rica rica". Creo que es una constante en ti. Y el amplio relato de hechos y fotografías vividas.
ResponderEliminarAbrazos Carmen.
"Quizá ni siquiera nosotros seamos reales, solo el sueño de algo, de alguien."
EliminarNo sabes amiga hasta qué punto rozas la realidad! :)))))) (Lo que no quiere decir que tengas que dejar de hacer todo lo que te gusta... Entre otras cosas porque tampoco las dejarías.)
Buen domingo Carmen.
Sería imposible dejar de hacerlo. Seamos un sueño o no, nos sentimos vivos e ilusionados y así debo (deberíamos) continuar. O eso, o morir de tristeza.
EliminarUn abrazo, Ernesto 😊
Viajar es acumular experiencia, conocer otras gentes y su manera de ver la vida, sentir el contacto con el paisaje, maravillarnos de la naturaleza, de las pequeñas cosas... No me imagino metida en un pueblo y no tener la necesidad de salir nunca de él, que, oye, he conocido gente así, y no pasa nada si para ellos está bien.
EliminarYo nací viajando y espero continuar haciéndolo durante muchos años todavía (si su señoría el virus, o cualquier otra cosa no me fastidia la vida más de lo que ya lo está haciendo)
Buen lunes y cuídate.
Un abrazo
I have read so many content on the topic of the blogger lovers however this piece of writing is actually a nice paragraph, keep it up.
ResponderEliminarRegards,
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Thank you very much! 😊
EliminarHave a nice Monday!
Magnifico este tan bello viaje que nos brindas. La imagen de la montaña al fondo es realmente impresionante. Un bellisimo espectaculo visual.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Era un paisaje estupendo, muy bello.
EliminarGracias, Ildefonso 😊
Un abrazo
Sobre los viajes, la misma posición que tú. De hecho, ya ni sé si querría volver a realizarlos en el modo que lo hacía.
ResponderEliminarDe la primera fotografía, la nieve siempre parece hacer un efecto de zoom, dando al paisaje lejano una proximidad que no se aprecia en otras épocas.
Saludos,
PODI-.
Yo estoy deseando volver a viajar pero ahora tengo otra perspectiva y sé mejor lo que quiero fotografíar 😊 También tengo más experiencia.
EliminarUn abrazo y buen comienzo de semana.
Qué foto más bonita la primera que has puesto, parece un mar sí....
ResponderEliminarA mi viajar siempre me da mucha pereza, y cada año más, pero luego llegas a los sitios, descubres cosas, olvidas la rutina y.. bueno, merece la pena, ¿no?
Hola, Mari Carmen
ResponderEliminarA mi, igual que a ti, me gusta viajar, aunque desde que tenemos este visitante vírico ( la desdeñable COVID), las posibilidades han menguado.
En Oropesa, estuvimos hace bastantes años, así que igual que tú, recomiendo ese lugar para visitar.
Un abrazo
Fina
Muchas gracias, Fina😊 Viajar es algo fantástico, si te gusta, claro. Yo espero retomar pronto mi rutina viajera, a ver si puede ser 😀
EliminarUn abrazo y buen miércoles.
Mari Carmen, se trata de la calle Cruz Conde. La calle de la derecha conduce a la iglesia de San Miguel (a su lado está una taberna de leyenda, El Pisto). A mi espalda estaría la Plaza de las Tendillas.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Claro, ahora sé cuál es 😊 Muchas gracias, Ildefonso.
EliminarBuen día 😊
Un abrazo
ramadan gifts
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